Limpieza de Depósitos de acero inoxidable
La mayoría de los depósitos de acero inoxidable que realizamos en Belinox están destinado al almacenamiento de aceite, vino y otro tipo de alimentos. Como hemos explicado en otras ocasiones, el acero inoxidable es un material perfecto para la conservación de cualquier alimento (evita que se filtre cualquier sustancia exterior, mantiene la temperatura, etc…). Una vez ha finalizado el periodo de estancia de la producción en el depósito es imprescindible realizar una exhaustiva limpieza para evitar que queden restos que se mezclen con la nueva producción.
Los pasos a seguir para conseguir una buena limpieza del depósito son:
1º Cerrar la llave de paso del agua al tanque, cerrar la válvula de salida. Abrimos la tapa del depósito y dejamos unos 15 cm de agua aproximadamente.
2º Lo primero es con un cepillo limpiar las paredes, la tapa y el fondo. Es importante dejarlo bien limpio, así que a este paso hay que dedicarle bastante tiempo. Evita los cepillos de metal, podrías dejar marcas. Tampoco uses detergente, jabón, etc…
3º- Vacía el deposíto y enjuagalo hasta que veas que no quedan restos de suciedad.
4º- Llena de nuevo el tanque de agua, esta vez hasta la mitad. Añade por cada 1000 litros, 2 litros delejía (lavandina) concentrada (ojo, ¡sin perfume!) o 1 litro de hipoclorito de sodio. Deja que los productos actúen durante un par de horas.
5º- Procede a eliminar todas las sustancias y vuelve a enjuagar el depósito hasta que no quede ningún residuo.